Anécdotas en el sector automotor
Antonio Itriago M.
Agradezco a mi muy
apreciado y consecuente amigo, Alfredo Schael Ríos, presidente de la Fundación
Museo del Transporte Guillermo José Schael, la gentileza que tuvo al publicar
mis trabajos, en un portal que cuida con esmero, pues lleva el nombre de su
recordado y admirado padre.
También expreso mi
gratitud a mi hermano Miguel Ángel Itriago Machado y a su hijo, mi querido
sobrino Miguel Ángel Itriago Higuera, por las informaciones que ambos me
suministraron sobre varios temas de este libro y, de manera muy especial, por
las amenas tertulias que diariamente sostenemos sobre las novedades del mundo
automotor.
En las páginas del más reciente libro de Antonio Itriago: Anécdotas en el sector automotor, el lector
encuentra, además de una recopilación de variadas anécdotas que empiezan con
una bandada de periquitos que decidieron anidar sobre los carros de los años 50
hasta una reliquia santa que no entra en ningún relicario convencional. Los
refranes populares inspirados en el automóvil también tienen un espacio: Le falta una tuerca; está descarriado o dale chola.
Están las reseñas de cuentos de Julio Cortázar y Pablo Ramos Méndez, los
detalles casi olvidados del concesionario Rolls Royce que funcionó en el hoy
popular bulevar de Sabana Grande, en Caracas; el impacto publicitario de un
Chevrolet Impala literalmente ruedas arriba, en la urbanización El Rosal; la
polémica del animador y productor Renny Ottolina con el jurista Morris Sierraalta
de Castro, en la cual tuvo que intervenir el propio general Marcos Pérez
Jiménez, entonces en prisión; y la mula auxiliar o mocha, utilizada por los
primeros tranvías eléctricos.
Igualmente, anécdotas automotoras de presidentes venezolanos; el día en
el que trasladaron al presidente Roosevelt en el Cadillac blindado de Al
Capone; el desmentido de que el doctor José Gregorio Hernández “nada sabía de
automóviles, pues vivía en una onda mística”; el “corsi e recorsi” de la
General Motors con los vehículos impulsados por energía eléctrica; las dos
Doñas Bárbaras del automovilismo venezolano; y el Studebaker en Ciudad Bolívar,
entre otros temas de interés para los interesados en el apasionante mundo del
automóvil.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Déjanos tus comentarios, preguntas y críticas.